El Río Guareña es un río peculiar, algo atípico. Oficialmente (CHD) nace en termino municipal de La Orbada (Salamanca) pero evidentemente ese lugar es convencional y podría haber sido cualquier otro en los alrededores. La cuestión es que los infinitos arroyos de las comarcas de la Armuña y La Guareña, incluidos los más grandes Mazores y Poveda, acaban por configurar este pequeño río de unos 70 km que termina desembocando directamente en el Duero por su izquierda, poco antes de llegar a Toro.

Su cuenca de 1000 km² es curiosa, asimétrica. A partir de Olmo de Guareña su valle por la derecha se eleva bruscamente casi 100 metros conformando un escalón al que se ciñe estrechamente el río impidiendo que tenga una gran recogida de aguas por ese costado. En sus campiñas por la izquierda, sus arroyos son más largos y la caída hacia el río es suave y progresiva aportando todos ellos un caudal pequeño pero más constante.

La excursión

Fue relativamente larga, comienza en Castrillo de la Guareña, recorro algunos pueblos de la comarca zamorana hasta encontrarme en La Orbada ya en la salmantina Armuña. A partir de aquí voy viendo configurarse el río y lo acompaño hasta entrar de nuevo en las provincias de Zamora y Valladolid. Regresando finalmente a Castrillo. Casi todos los pueblos se encontraban en fiestas.

Ruta por las Campiñas del Guareña
Ruta por las Campiñas del Guareña (78 km, aquí el track de Wikiloc)

La temperatura excesivamente alta. Esta vez no acerté con la ventana temporal.

Pero la cuestión más negativa es que a pesar de esta tupida red de arroyos que he recorrido apenas he visto agua.

Las campiñas del Guareña

Desde Castrillo me dirijo por la carreterilla, entre campos maduros de girasoles, hasta Fuentelapeña; un bonito pueblo de cierta entidad. Varias pancartas exigiendo protección y respeto a su “tradicional” toro embolado se desplegaban por algunos balcones.

Yo pregunté por su Qnat y a duras penas algún vecino pudo orientarme de su situación, aun así conseguí encontrar una arqueta y asomarme a su misterioso interior ciego durante cientos de años pero dejando pasar el agua limpia y fresca hasta la fuente del Caño. Solamente viviendo en esta comunidad, tan políticamente sumisa, se puede comprender que esto no esté puesto en valor de alguna manera, aunque solamente sea mediante un cartel explicativo.

Bodegas tradicionales en Fuentelapeña
Bodegas tradicionales en Fuentelapeña

De nuevo me pongo en camino, voy pensando en el toro embolado… ¿Qué tiene de divertido soltar un toro con su cornamenta convertida en antorchas?. Y la escusa de la tradición… tan banal ¡si se celebra desde hace menos de 30 años!

El bonito paraje de la casa de la Rada me centra de nuevo en la ruta y disfruto pedaleando por un firme y ondulado camino hacia Villaescusa.

Manolo y la fuente de la Virgen

Ruedo paralelo al arroyo del Batán, lugar acogedor lleno de huertas y maizales que aún se permiten regar con el agua del arroyo. Al llegar al pago de la Virgen veo a un hombre trajinando en lo que parece ser un humedal. Le saludo a voces y le pregunto si puedo ver la fuente. Me invita al instante.

Se trata de Manolo, un jubilado de «la Regional» de Valladolid que derrocha ilusión y trabajo. El solito ha recuperado dos fuentes que mantiene limpias y con agua corriente. Con ellas ha logrado un precioso y tranquilo santuario para su familia y quien quiera visitarle, además de agua para su huerto. ¡Felicidades Manolo!, espero que consigas criar tus berros.

Durius Aquae: Manolo en la Fuente de la Virgen
Manolo en la Fuente de la Virgen

Villaescusa me sorprende por lo aseado de su caserío y su curioso ayuntamiento con reloj parado.

Hacia la divisoria

Sigo tranquilo hacia el suroeste entre coloridas tierras ascendentes salteadas de escasos árboles. Tomo brevemente la divisoria que coincide con una cañada real que apenas se distingue. Por aquí van naciendo sucesivamente algunos de los arroyos que generarán mas abajo el Guareña.

Vertice El Basurero
Vértice «el Basurero»

En La Guindalera me encuentro una charca, —con agua para variar—. La quiero fotografiar, paro receloso ya que un rebaño se encuentra recogido en un cotarro cercano. Sé lo que eso significa. Tomo la foto más bien con prisa y lo predecible sucede. Los perros se han alborotado, vienen como locos pero no quiero correr hacia la bicicleta. Cojo un buen canto y llego a la bici. A la vez, un enorme mastín con su vozarrón cansino pero detenido —afortunadamente— en “su linde” me invita a largarme. El resto, otros tres, solamente hacían de coro. Suelto el canto y sigo.

En Aldeanueva de la Figueroa lleno de nuevo el bidón, llevo ya tres bebidos pero hambre poca. Es mediodía y el sol quema. Pero hay que seguir ¡ahora estoy en el punto más alejado de la ruta.

 

Arquitectura popular
Aldeanueva de la Figueroa: arquitectura popular en la Alta Armuña
Buscando al Guareña

Cruzo la autovía y llego a La Orbada y de allí a Espino de la Orbada, los arroyos van confluyendo unos en otros desordenadamente y se aprecian más regadíos. Pero el agua, ¿dónde está el agua?

En Espino me indican que el río verdaderamente nace del arroyo Valmarín, pero nos es más que otra opinión.

 

Durius Aquae: dehesa del Cantalpino
Dehesa de Cantalpino

Repongo fuerzas y emprendo inmediatamente la marcha hacia Vallesa de la Guareña. Ahora voy siguiendo el río que ya esta conformado. Su cauce es ya más ancho que el de cualquier arroyo que se le arrima, pero está seco. Algunos huertos que extraen su agua del río ven peligrar sus hortalizas. Yo a pesar del calor me animo y dejando el río me aventuro a subir por la dehesa de Cantalpino para bajar de nuevo por la alquería de Torre de Moncantar entre un laberinto de vallados y portilleras para el ganado. El río es todo prado, aunque sea amarillento.

Llego a Vallesa de la Guareña y tengo que hidratarme, fueron en total cuatro cañas con limón que me dejaron casi como nuevo en el bar Charo. Tres seguidas y otra al volver a recoger mis guantes olvidados en la barra, a esta me invitó amablemente su propietaria que me debió ver bastante necesitado. !Muchas gracias! y espero que mas veces.

La marcha paralela

El paraje por donde ahora ruedo fue testigo hace 200 años de un hecho militar insólito. Fue en la Guerra de la Independencia y es conocido como la “marcha paralela”. En días de julio, con un calor parecido al de hoy, dos ejércitos de unos 50.000 hombres cada uno, todos ellos sudados y polvorientos, marcharon ordenadamente cada uno a un lado del río hostigándose pero sin entrar en contacto. Más tarde se encontrarían en los Arapiles dónde si que se calentarían de lo lindo.

Jamás estas tierras alojaron a tantos humanos, me imagino la desolación que tuvieron que dejar a su paso. Ni animales, ni cosechas, ni nada… Hoy en día se celebran estos hechos de forma jocosa y trivial.

En fin…  llego a Olmo de la Guareña, el río ha recibido a su principal afluente, el Mazores. Su lado derecho del valle comienza a elevarse y el río se aproxima a el. Entramos en la provincia de Valladolid, concretamente en Torrecilla de la Orden, único pueblo vallisoletano con parte en la Guareña. El río sigue siendo prado y algunos novillos bravos sestean en calma bajo los chopos, mejor no arrimarse mucho.

Río Guareña: prados en Torrecilla de la Orden
Río Guareña: praderías en Torrecilla de la Orden

El río, cangrejero antiguamente según me cuenta una vecina de Castrillo, va consiguiendo a duras penas hilvanar un hilo de agua del que sorben las espadañas.

Y de nuevo en Castrillo.  El pueblo esta resacoso, vacío, muy sucio. Plásticos y cristales alfombran la plaza y sus aledaños…el olor desagradable ¿la verbena?¿los toros?. Me retiro discretamente, tengo muy buenos recuerdos de este lugar y no quiero que cambien.

  • Aclaración: Hace 14 años, en mi primera visita a Castrillo me encontré esta matanza en plena calle, como no debía de ser muy frecuente que por allí pasaran ciclistas errantes me agasajaron con un almuerzo potente y con buen vino, me costó salir de allí.

 

Almuerzo en Castrillo de la Guareña. 03/01/2004
Durius Aquae: almuerzo en Castrillo, 03/01/2004

 

(Visited 1.668 times, 1 visits today)

5 thoughts on “El alto Guareña y sus campiñas

  1. Mi incertidumbre va a más. Ya son tres (yo creo conocer otro) los lugares de nacimiento del Guareña. Espero poder añadir algún detalle que sirva para aclarar, mera curiosidad claro, el nacimiento de tal río. Saludos.

  2. Me ha dado alegría tu contestación y me gustaría verte otra vez recorriendo los caminos de la Guareña. Te guardaré unos berros para cuando nos veamos.
    Hasta pronto.

  3. Hola, soy Manolo el de la fuente de la virgen del Olmo de Villaescusa. Me ha encantado leer tu blog dedicado al río Guareña a su paso por Zamora. Es un placer ver que hay gente que pone en valor todo lo que tenemos en nuestro ambiente rural, de moda pasajera en la opinión pública, pero todavía muy denostado. Espero que tu blog haga que los que no lo conozcan se animen a visitar estas rutas tan auténticas.
    Por cierto, los berros están criandose bien con el agua del manantial.

    1. Caramba Manolo, ¡qué alegría saber de ti! Me imagino como tienes la fuente y tu huerto. Yo por aquí sigo recorriendo caminos y aguas. Hace poco regresé a La Guareña y encontré hasta alcornoques. Preciosos vallejos para disfrutar gracias también a personas como tu.
      Un fuerte abrazo Manolo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies