Ahora que repaso las visitas de estos años, la verdad, no tengo del todo claro si comencé este cuaderno con el propósito de entretenerme yo o de entretener a otras personas. Probablemente de todo tiene que haber.

La cuestión es que desde mi secuestro me he puesto a repasar las estadísticas y las encuentro ciertamente reconfortantes. Después de algo más de tres años de ir anotando recorridos, tomando fotografías y contando mis impresiones y vivencias he conseguido publicar más de 150 rutas por la cuenca del Duero e insertar casi 1500 fotografías.

Ahora WordPress me informa, entre otras cosas, que han visitado la página nada menos que 150.000 personas.

De acá para allá por las aguas del Duero
El Duero

Seguramente muchas de ellas lo han hecho por equivocación o despiste y a otro buen número no le habrán resultado interesantes. Pero aun así, aunque restáramos 100000 visitas, resulta que cincuenta mil lo han visto o leído y a muchos, me consta, que incluso les ha gustado.

No esperaba asumir tal responsabilidad y aunque me resulta más que fácil, incluso apasionante acudir a la llamada de las aguas de Duero, enfrentarse al relato, por pequeño que sea, tiene su aquel.

Ahora las circunstancias nos obligan a permanecer recluidos y cuidarnos. Ahora tenemos tiempo y yo quiero emplear parte del mismo en agradecer la interacción tan positiva a todas las personas que han leído los artículos, a los que han disfrutado con las fotografías e incluso me hacen comentarios y observaciones. Su colaboración me empuja y, si conseguimos superar este mal sueño que nos esta tocando vivir espero seguir teniendo fuerzas para seguir pues ánimos sobran.

Gracias de nuevo y… un fuerte abrazo virtual

 

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10 thoughts on “150000 visitas a Durius Aquae

  1. Por razones que vendrían al caso pero no voy a explicar por no abusar de este espacio, he frecuentado y llegado a tener un profundo amor por los paisajes fluviales, y específicamente por los humildes cursos de nuestras mesetas, también los de la Alcarria y los más septentrionales de la meseta Castellana, casi todos tributarios del Duero, aunque algunos también del Ebro, en Burgos por la parte de la Bureba y el campo caderechano.
    Muchos pude conocerlos hace años, cuando aún se mantenían en buenas condiciones, en contraste con su situación actual, en que diría que sin excepciones están todos terriblemente maltratados. Conmovedor e ilustrativo de esta situación he encontrado el episodio del Trabancos y el molino del Anís.
    La vida a la que daba cobijo estos cursos, especialmente en el implacable estío castellano, iba mucho más allá de la que sus propias aguas podrían albergar, eran oasis de vida para los hombres y animales de estas tierras, y si cierto es que en parte su merma pueda deberse al cambio del clima y las menores precipitaciones, más cierto es que las causas de su, en ocasiones, total desaparición como curso de agua permanente se debe mayormente a actuaciones humanas, muy poco en consonancia con el discurso impuesto en estos tiempos de tanta sensibilización medioambiental en los que vivimos.
    Es curioso pero qué poco se habla en los medios de comunicación del brutal deterioro que han sufrido nuestros ríos en los últimos 40 años, ¿por qué será?.
    Por finalizar, encuentro tu blog de un gusto exquisito, ojalá sirva para que más de uno tome conciencia del estado de estos ríos y la necesidad, la obligación, de mejorar su situación actual.
    Te ánimo a continuar, y te propongo que hagas un periplo por el curso del Andaluz, o Fuentepinilla en Soria, otra de las victimas de estos tiempos. Dan ganas de llorar.

    1. Pues sí Jaime, compartimos esta sensibilidad por los ríos. Amor podríamos decir y por eso duele tanto visitarlos como a enfermos y a veces cadáveres. En mi última excursión afortunadamente pude observar el río Trabancos con corriente de agua algo que no sucede desde hará medio siglo así que no perderemos la esperanza.
      Agradezco tus sugerencias y tomo nota de ellas

  2. Hola Javier. Yo me he incorporado hace muy poco a tu blog. Muchísimas felicidades. Vivo en Valladolid y me gustaría poder compartir alguna ruta con ese grupo del que hablas. Saludos

  3. Descubrí por casualidad tus comentarios, y cuando los leo disfruto enormemente con tu prosa acertada y amena. A veces me introduzco en los anteriores. Espero que sigas compartiendo tus experiencias por estas tierras, como bien dice Manuel R. Blanco, silenciadas y recónditas.

  4. Haces muy bien en seguir. Ni lo dudes. Tus relatos son muy amenos y recorres unas tierras tan silenciadas y recónditas q recuerdas a un explorador del Polo norte más q del padre Duero. Felicitaciones.

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