Comentaba en nuestra última ruta, en la que recorrimos el majestuoso Cañón de la Horadada y y sus loras aledañas, que habíamos quedado fascinados por los paisajes naturales por los que habíamos rodado. Sin embargo lo que contamos no fue todo, ni mucho menos.
Entre los pueblecitos que recorrimos también fueron apareciendo sus acogedoras y coquetas iglesias románicas, ermitas y monasterios generalmente bien conservados, de graciosas espadañas y con sus camposantos adosados. Todo ello armonizado con el paisaje natural para convertirlo en un paisaje cultural. Más humano si cabe; aunque precisamente los humanos lo hayamos casi abandonado.
Y esto es algo de lo que nos encontramos:
Olleros de Pisuerga:
Ya hemos hablado de Olleros en este cuaderno por su digamos «sugerente» caño. Ahora hemos visitado la Iglesia rupestre de los Santos Justo Y Pastor
Es, desde luego, un lugar especial. Sobre la pared de un cantil aparece su fachada y dentro, excavada, una hermosa oquedad en forma de templo románico de dos naves. Sus columnas y arcos fajones, solamente decorativos, nos muestran el afán de las gentes de este lugar por poseer su iglesia a la moda imperante hace mil años sin grandes dispendios.
Valoria de Aguilar:
Aquí nos encontramos con la Iglesia de San Miguel, con su esbelta espadaña original, prominente sobre un verde prado
Villallano:
Iglesia de Santa María la Mayor. Comenzó románica y se amplió en estilo gótico que es lo que actualmente podemos observar.
Gama:
Iglesia de San Andrés.
Esta pudimos también visitarla por dentro y admirar sus capiteles, sus retablos y el buen estado de conservación de sus antiguos complementos como confesionarios que son elementos sacados de la historia. Sus variados canecillos, que aún conservan algo de color, cuentan sus historias y un curioso contrafuerte en el ábside respeta el vano de una ventana.
Villaescusa de las Torres:
San Juan Bautista. Esta es ya posterior aunque dispone de algunos elementos románicos. Da gloria ver su espadaña completa de campanas.
Monasterio de Santa María de Mave:
Un cenobio románico convertido en hospedería pero que nos muestra sus antiguas hechuras medievales en piedra anaranjada.
¿Qué os parece?
Nos gustan los ríos y sus valles. También sus páramos y montañas pero… Cómo poder obviar las obras de lo humano sobre la naturaleza. Si está hecho por el hombre también debe de ser natural, para bien o para mal. ¿no?
Finalmente si os gusta el «románico palentino» no dejéis de ver esta pequeña galería de fotografías. De la zona norte de Aguilar, Pisuerga arriba.