Últimos puentes sobre el Duero
El estuario del Duero es sencillo y acogedor. Su anchura es proporcional al caudal que suele traer el precioso río y sus riberas se levantan orgullosas al llegar a sus últimas ciudades.
Y más allá el océano.
El paisaje es resguardado y armonioso. Ya los romanos se felicitaron por aquí de encontrar Cale; el pequeño refugio celta. Y aquí recalaron tras navegar con persistencia por una costa recta, monótona y de infinitas playas. Ellos, como buenos albañiles, solamente tuvieron que añadir el puerto:
O Porto
En un lugar tan especial como este había que vivir, había que establecerse. Así, ahora encontramos el Gran Área Metropolitana de Oporto con las ciudades de Porto, Vila Nova de Gaia y otras en los alrededores que constituye el área más poblada del río Duero en sus 900 km de recorrido, incluyendo su vasta cuenca.
Unir estas ciudades, la una frente a la otra, ha constituido un gran reto resuelto en la actualidad con armonía y solvencia.
Primero fueron simples barcas, después puentes de barcas y más tarde un puente colgante que también desapareció.
Ahora los cinco últimos puentes sobre el Duero son los iconos identificativos de estas ciudades que quedan pespunteadas entre si y sus reflejos.
Y aquí os dejo una pequeña muestra de la belleza de estos pasos:
El puente de “o Porto” dicen que lo diseño EIFFEL, los portugueses lo mantienen el paso del tiempo lo tiene esbelto como el primer día. Eiffel, cuando se construyó la línea de ferrocarril MADRID-LA CORUÑA, vino y diseño puentes para que el ferrocarril pasara por ríos, por valles etc., pero hoy en día no queda ninguno.